Compara la escultura barroca con la renacentista a través de la representación de David por Miguel Ángel y por Bernini.
Tanto el “David” de Miguel Ángel como el “David” de Bernini
son dos obras que representan a la perfección a los dos estilos a los que
pertenecen: el renacimiento y el barroco respectivamente. Por eso, si se quiere
comparar estos dos estilos desde el punto de vista de la escultura, una
comparación entre estas dos obras sería más que suficiente.
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David - Bernini |
Tanto el “David” de
Miguel Ángel como el “David” de Bernini muestran la escena bíblica de David
contra Goliat, en la que David se impone a Goliat derribándolo con una piedra
lanzada con su honda. A pesar de representar el mismo pasaje, cada artista
representa a David en un momento diferente. Miguel Ángel representa a David en
el momento previo a que este lance la piedra. En cambio, Bernini muestra a
David en el momento exacto en el que
este le está lanzando la piedra.
Otro detalle de estas
obras es como representan cada uno a David. Miguel Ángel representa a David
idealizado, como un joven en la plenitud de la vida. Así sigue con la idealización que se producía en el
Renacimiento, representando a personajes jóvenes totalmente desnudos. En cambio, Bernini
representa a David como un pastor adulto, mucho más realista que el “David” de Miguel Ángel. Además, este se
encuentra parcialmente vestido, debido a la contrariedad por parte del Concilio de Trento de cara al
desnudo.
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David - Miguel Ángel |
Dentro de los
elementos formales, Miguel Ángel sigue en el “David”, al igual que en toda su
obra, una vuelta a los elementos clásicos, inspirándose en la escultura
grecorromana. Así introduce de nuevo elementos como la proporción, el canon, el
“contrapposto”, el equilibrio o la armonía. A esto se le suma la
reinterpretación que Miguel Ángel hace de estas características de acuerdo con
su personalidad mediante el uso de su
famosa “terribilitá”. En cambio, Bernini introduce elementos innovadores para esa época, como son la
representación del movimiento y la fugacidad. Esto lleva a la obra a tener un
gran dinamismo, al representar al David en un momento justo de la escena.
Otro de los puntos en
los que estas obras destacan es en la representación que ambas obras hacen de
los sentimientos de los personajes. Miguel Ángel muestra serenidad en el rostro
de David. Esta serenidad se contrapone a la expresión de tensión y de
concentración que el David también muestra. Bernini, a diferencia que Miguel
Ángel, muestra un claro gesto de tensión y de rabia, los cuales se pueden ver
en la mirada violenta del David mientras se muerde el labio superior. Todo esto llevan a dar una sensación de dramatismo, de emoción y de
sentimiento.

Dentro del
tratamiento de las luces, en el “David” de Bernini se produce un contraste más amplio de luces y
sombras y de superficies. Esto lleva a mostrar diferentes cualidades, a veces
con efectos pictóricos. En el “David” de
Miguel Ángel el tratamiento de luces y
de superficies es mucho más homogéneo.
Por último, cabe
destacar la vista de estas obras. La vista “David” de Miguel Ángel es una
visión más frontal de la escultura. En cambio, en el “David” de Bernini, la vista de la escultura es mucho
más circular. Esto obliga al espectador a girar en torno a la escultura para
poder apreciar sus diferentes puntos de
vista. Así se consigue una visión esterométrica.
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